LOS CUENTOS DE MI ABUELO (BUNI DE LERINS)
LA DEVOTA Y LA BOTA
Era el tiempo de las confesiones y le dice el marido a una:
-Oye, ya que vas a confesar, ¿no podrías llevar la bota debajo del manto?, y al venir, pues mira, coges dos litros de vino pa la cena.
Y entonces ella obedeció a su marido: cogió el dinero, cogió la bota y la metió, así, debajo del manto, esos mantos antiguos que había, así debajo del brazo, se va a la iglesia y se acerca a confesar. Y entonces, le dice el señor cura:
-Usté viene muy devota a la iglesia.
Dice la señora:
-Ah, señor cura, ¿e véiseme? – (si se le veía la bota.)
Y dice el señor cura:
-No no, hija, aquí no; eso en la sacristía. – (había entendido que la besara: veisar, besar; )
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